Soy celiaca y no fue el fin del mundo: Toda la variedad de opciones en el mercado Gluten Free

Otro martes con ustedes, ¡qué honor! Les debo el final de la historia del post del martes pasado. Ser celiaca no está tan grave como pensé, es más: CERO GRAVE. No se imaginan la cantidad de opciones DELICIOSAS que he podido conocer, lo único que me faltaba era abrir mi mente e investigar sobre nuevas opciones, ampliar mi menú y salir de la monotonía.

Es más, me siento con mucha más energía porque pasé de consumir harinas refinadas a carbohidratos complejos: mayor consumo de camote, quinoa, maíz, arroz, etc.


Nunca pensé lo fácil que sería dejar el pan. ¿Han probado el pan marca Schar que distribuye San Martín market? MUUUUCHO más rico y consistente, sientes el sabor de las semillas en tu boca, DELI. He descubierto la saciedad que me confieren los alimentos libres de gluten, porque los hacen usualmente con grasas saludables como semillas, o con leguminosas como garbanzos, por ejemplo.

También he aprendido lo que hay en el mercado disfrazado como gluten free solo para que se venda, y lo que realmente lo es por la salud y bienestar de los que lo consumimos no sólo por moda o corriente sino por una enfermedad.

A sólo dos meses de haber sido diagnosticada, agradezco esta nueva pruebita, porque me ha ayudado a ser más consciente de mis elecciones, de cómo nutro cuerpo y mente y la conexión de mis emociones y estrés con mi intestino- segundo cerebro. Realmente he podido comprobar cómo los días con más carga laboral o preocupaciones se desencadenan mucho más los síntomas como colitis, reflujo, entre otros.

A pesar de ser nutrióloga, día a día estoy aprendiendo con la enfermedad celiaca a elegir snacks que me llenen más que una galletita para un par de minutos, sino nueces de la india o alimentos ricos en proteína que me confieren mayor saciedad.

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Testimonio de vida propio de mi diagnóstico: ¿ya no podré comer nada?

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Protocolo autoinmune para lupus y enfermedad celiaca